29/8/2017.- El guionista y director José Luis Cuerda es uno de los nombres que ha pasado de manera periódica por la Semana Internacional de Cine de Valladolid. El Festival ha mostrado su trabajo en ciclos, en Spanish Cinema o en la misma Sección Oficial, y los espectadores de Valladolid han tenido la ocasión de ver gran parte de su filmografía. Han sido testigos, de esta forma, de los diferentes tonos que es capaz de adoptar en sus trabajos.
Ahí está, por ejemplo, el mundo de ensueño en el que se movía en El bosque animado, el largo que adaptaba la novela de Wenceslao Fernández Flórez y que pudo verse en 1988. Un año más tarde, Amanece que no es poco mostraba al Cuerda más surrealista, el que también haría más tarde películas como Así en el cielo como en la tierra.
La marrana fue la primera participación del cineasta en la Sección Oficial del certamen. El largometraje protagonizado por Alfredo Landa, Antonio Resines y Agustín González formó parte de la selección en 1992, aunque lo hizo fuera de concurso.
Tres de los siguientes trabajos rodados por Cuerda también han pasado por las pantallas del Festival. La historia de aprendizaje durante la Guerra Civil que protagonizó un inolvidable Fernando Fernán Gómez, La lengua de las mariposas, pasó por la 51 Semana, dentro del ciclo que recordaba el trabajo de los grandes diseñadores de vestuario de nuestro país.
La educación de las hadas y Los girasoles ciegos, basada esta última en la novela de Alberto Méndez, son ejemplos de ese cine mucho más serio, ligado al drama, que tan bien es capaz de rodar José Luis Cuerda.
El último largometraje del realizador hasta el momento, Todo es silencio, basado en la novela que Manuel Rivas, fue el encargado de inaugurar la 57 Semana en el año 2012. Miguel Ángel Silvestre, Quim Gutiérrez y Celia Freijeiro son los protagonistas principales de una historia que arranca en los años 60 en Noitía, una pequeña localidad de la costa gallega.
Publicado en el número 35 (Edición especial 20-27 de octubre de 2012) de la Revista Seminci