20/10/2019.- La sección Punto de Encuentro de la 64ª edición de la Seminci ha programado este domingo 20 de octubre el largometraje La belle indifférence del realizador turco Kivanç Sezer. Es la segunda película de una ‘supuesta trilogía’ sobre los efectos del neoliberalismo y sus valores en las diferentes clases sociales de Turquía. La primera de ellas es Las alas de mi padre y está trabajando en el guion de la tercera, que se titulará Heaven in a Heartless World.
El director ha explicado que son tres historias diferentes que en principio no están conectadas pero que tienen una cosa en común: «son tres capas diferentes de la sociedad que se ven afectadas por las consecuencias del capitalismo y cuyo nexo es un complejo inmobiliario». La primera película muestra a los obreros y a los albañiles que trabajan en este complejo inmobiliario. «Incluso se ve en una escena a la pareja protagonista de este segundo largometraje que va a ver el piso».
En la segunda vemos como vive esa pareja de clase media en ese complejo inmobiliario que ya está terminado. Por último, en la tercera nos enseñará al contratista que es el dueño de la empresa de construcción. El realizar turco ha hecho un paralelismo con España. Al igual que aquí tuvimos ese boom inmobiliario y después la caída, «en Turquía en los últimos diez años también hubo un boom inmobiliario y esa burbuja está explotando desde hace dos años».
La industria farmacéutica también está presente en este filme. Kivanç Sezer ha expuesto “la contradicción del sistema capitalista que nos explota y nos deprime, pero que es el mismo que después nos vende pastillas para que estemos contentos” y ha señalado que “un tercio de la población mundial toma antidepresivos”.
Respecto al título, La belle indifférence, en realidad quiere decir ‘pequeñas cosas’ pero la terminología no acababa de convencer al realizador. Sezer empezó a pensar en algo que definía al protagonista todo el rato, dado que «no quería hacer frente a la realidad de lo que estaba pasando». Así llegó a un termino psicológico ‘La belle indifférence’ que es «la idea de negar los síntomas de lo que a uno le está pasando».
Por último, el director turco ha explicado que la financiación para hacer películas en Turquía viene normalmente del ministerio. La primera película que filmó de esta trilogía sí que siguió esos cauces. Pero a partir de un determinado momento, una serie de cineastas entraron en una lista negra del gobierno, por lo que no recibían este apoyo. Por este motivo, decidieron «crear una asociación de solidaridad entre directores para poder financiar estas películas».