25/10/2019.- La 64 Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, ha celebrado por cuarto año consecutivo el ciclo Cine & Cambio Climático. Para ello ha organizado una mesa redonda bajo el título Sostenibilidad en rodajes de cine, moderada por el director David Baute y en la que han participado los productores Ana Amigo, Paulino Cuevas y Álvaro Longoria (productor y director de Santuario), el cineasta Gerardo Olivares, la asesora ecológica de rodajes Yanira Cáceres y Edurne Rubio, representante de Greenpeace.
Al comienzo del debate David Baute, presidente del jurado de esta sección, ha anunciado el filme ganador de la Espiga Verde, que este año ha recaído sobre Honeyland, de Ljubo Stefanov y Tamara Kotevska, incluida en la programación de Cine & Cambio Climático.
La productora y representante de la Academia de Cine, Ana Amigo, ha asegurado que «en los últimos años empieza a haber un movimiento relacionado con el cine para premiar e incentivar el cine ecológico» y en este sentido «Seminci es un espacio que se ha preocupado por el cambio climático». La productora afirma que lo que más preocupa es el cuidado del agua, para lo que se intenta cambiar las botellas de plástico por contenedores de cristal en todos los rodajes.
Por su parte, Álvaro Longoria, productor y director del largometraje Santuario asegura que «hoy en día los rodajes sostenibles a nivel europeo están muy implementados» y ha enumerado una serie de medidas necesarias, entre las que destaca la creación del puesto de ‘consultor verde’, fomentar el transporte público, buscar sistemas eléctricos lo más eficientes posibles, dejar de fabricar decorados de plástico e intercambiarlos por los materiales reciclables, o intentar limitar los efectos reales a la hora de crear efectos especiales. Todo esto «de una forma económicamente neutra para el productor».
«Como productores tenemos el deber de investigar en qué aspectos estamos siendo poco eficientes para tomar conciencia e incidir en ellos», ha añadido el productor Paulino Cuevas, que además ha mostrado su interés por crear un listado de proveedores cinematográficos que estén concienciados con el medio ambiente.
En el debate también ha participado Gerardo Olivares, director de películas como El faro de las orcas o Entre lobos, largometrajes ambientados en la naturaleza. «Casi todas mis películas se han rodado en espacios protegidos. Son espacios en los que rodar es muy complicado, pero es algo necesario. Siempre hay que ir con la conciencia de dónde estás y que cuando te vas todo debe quedar igual que estaba».
Por último, Edurne Rubio ha incidido en la importancia del cine para transmitir un mensaje de ayuda a la naturaleza. «En esta situación de emergencia climática en la que estamos, para Greenpeace es importante trabajar mano a mano con la industria del cine para conseguir un ‘planeta verde’». En este sentido Rubio afirma que Greenpeace es muy consciente del poder de la imagen para movilizar conciencias y por ello se apoyan en el mundo del cine para sus campañas.