21/10/2019.- Miguel Molina ha estrenado su primera película en la sección Punto de Encuentro de la 64 Semana Internacional del Cine de Valladolid. Un tiempo precioso muestra el declive de un actor en sus últimos años tras haberle diagnosticado Alzheimer y un tumor cerebral. El director se inspira en historias de vida que le tocan de cerca para ilustrar todo el proceso de la enfermedad.
La historia enlaza momentos de mucha dureza con pinceladas de humor y escenas de ternura y complicidad entre el protagonista y su hijo que ayudan a rebajar la tensión. «Dentro de todo el drama que hay, es una película esperanzadora». Además, «muestra una visión no solo del enfermo, sino también de la familia», comenta Molina.
La producción se ha desarrollado durante tres años y, como afirma todo el equipo que ha participado en ella, «está hecha con muy poco presupuesto». Aun así, Miguel dice que «el trabajo está hecho y yo creo que ha gustado mucho» y agradece al público su participación. «Valladolid siempre me ha tratado muy bien y yo estoy feliz porque no hay mejor manera de presentar la película que en este festival tan querido».
El actor, en el encuentro que ha tenido esta tarde con los medios de comunicación, reconoce que «después de todos estos años recibiendo órdenes necesitaba contar una historia y poder tomar yo las decisiones».
A la presentación, que tuvo lugar en el Teatro Zorrilla, acudieron Sandra Blakstad, mujer de Miguel; y los actores Carlos Pulido y Saturnino García, junto al equipo técnico que ha participado en la película. Allí reconocieron que era «una película hecha con el corazón para llegar al corazón».