22/10/2019.- Polo Menárguez ha asistido este martes 22 de octubre a la puesta de largo en la Seminci de su tercer largometraje, El plan, su primera propuesta de ficción. Le han acompañado Chema del Barco (intérprete de Ramón) y el productor, Nacho La Casa, que han dado cuenta de cómo se gestó y llevó a cabo el proyecto, cuyo punto de partida es la obra de teatro homónima de Ignasi Vidal. El realizador fue explícito al respecto: «Tras ver la representación, pensé que en la narrativa de la obra había algo muy cinematográfico, así que la leí varias veces y vi qué sí, que detrás había una película».
Con ese punto de partida, recurrió a Nacho La Casa, productor con el que había trabajado antes. «Polo me contó que había salido impactado de la obra, así que terminamos llamando a Ignasi Vidal. Al principio era reticente, ya que al parecer había habido otros intentos de adaptación y, tras las primeras conversaciones, el proyecto tomaba un camino con el que se perdía la esencia de la obra».
En el caso del proyecto de Menárguez y Vidal, hubo visto bueno y el equipo comenzó a trabajar en distintos aspectos, como conseguir el equilibrio entre comedia y drama, mucho más presente la primera en la obra de teatro, o la adaptación del ritmo de una obra de teatro a una cinematográfica. «Fue lo más difícil -reconoció Menárguez-, pero me ayudaron mucho los actores en los ensayos y en las primeras lecturas. Además, me gusta rodar las secuencias enteras, porque luego eso ayuda mucho en el montaje».
Ni siquiera el hecho de utilizar como set un piso y no un decorado fue impedimento para ese empeño. Según el realizador, de su trayectoria como cortometrajista conserva la costumbre de trabajar en casas, por lo que mover cámaras alrededor de sofás o saber exactamente dónde desea ubicarlos no presenta ningún problema. Y, además, en este caso logró una ventaja: «Fue difícil encontrar el piso, pero en cuanto dimos con él me di cuenta de que iba a ser un personaje más, ya que tenía una personalidad que un decorado no tiene».
Los actores para interpretar a los personajes de la obra fueron, según sus palabras «el casting ideal desde el principio». Raúl Arévalo (Andrade), Antonio de la Torre (Paco) y Chema del Barco (Ramón) dan vida a tres amigos que trabajaban como vigilantes y se han convertido en parados de larga duración. Tienen un plan, y con el fin de llevarlo a cabo se reúnen en el piso de Paco, pero la furgoneta en la que iban a ir sufre una avería y los deja tirados. Mientras consiguen otro vehículo, conversan, comen pipas, beben cerveza… y discuten sobre cuestiones tan personales que las relaciones entre ellos comienzan a transformarse.
Para el director, «la película es una crítica a la construcción de la masculinidad». Según explicó, «los tres personajes tienen unas masculinidades muy marcadas, con una violencia latente, y en uno de ellos estalla. Luego empieza a contar sus estudios sobre el sistema límbico, que para él es una excusa sobre lo que ha hecho».
Durante la presentación se produjo un intenso debate sobre las derivadas del filme. La cuestión se centró en posibilidad de interpretar como una excusa para la violencia machista las reflexiones de uno de los personajes sobre el funcionamiento del cerebro en su bloqueo al sentimiento de empatía propio de los asesinos en serie, por ejemplo. Polo Menárguez explicó su punto de vista: «Se trata de mirar cara a cara esas masculinidades, no de justificar nada. Es más, es una crítica a esas masculinidades».
Carne, el corto de Camila Kater
En la rueda de prensa estuvieron presentes también Camila Kater y Chelo Loureiro, directora y productora, respectivamente, de Carne, el cortometraje proyectado junto a El Plan. Carne se centra en cómo viven cinco mujeres la relación con su cuerpo. Una relación que a menudo es un resultado cultural.
La directora ha explicado el origen del argumento: «Desde niña me preocupaba mi cuerpo y ya de adolescente comencé a poner ropas amplias. Me encontraba incómoda, por ejemplo, en transportes públicos, donde se llegaban a dar momentos de acoso. Por otro lado, me han criado mi madre y mi tía, que son las dos mujeres que me inspiran».
Para Chelo Loureiro, esa nueva construcción de la masculinidad a la que aludía Menárguez es necesario «hacerla entre todos, hombres y mujeres, porque todas las mujeres tienen historias de abusos». Loureiro explicó que el filme «se ha hecho desde España porque se paró en Brasil cuando ya estaba en producción con la llegada de Bolsonaro al poder».