29/10/2020.- El director iraní Ahmad Bahrami ha presentado este jueves en la Sección Oficial de la 65 Seminci su largometraje The Wasteland, ambientado en una fábrica artesanal de ladrillos del millar que aún mantienen su actividad en el país y filmado en blanco y negro. Acompañado por el productor, Saeed Bashiri; el editor Sahar Yavari; el actor Ali Bagheri y la directora de casting, Nahid Azizi Sedigh, el cineasta iraní, quien ha tenido un recuerdo especial para su maestro, Abbas Kiarostami, con quien el festival mantiene una antigua y estrecha relación, ha destacado que «el ser humano tiende a ver las cosas en blanco o negro», algo que ha quedado demostrado gracias al cine, y que él mismo ha visto muchas las veces las cosas de la misma manera.
La película se estructura en torno a continuas repeticiones que muestran al espectador las distintas perspectivas desde las que se puede entender un mismo hecho, razón por la que se desarrolla en un escenario en el que la monotonía es una característica. «Los personajes, como nos damos cuenta en la película, también están en un estado de repeticiones y viven en esa monotonía», ha afirmado antes de explicar que en Irán existían cerca de 10.000 fábricas de ladrillos de las que mil aún mantienen su actividad.
La cinta pone sobre la mesa distintos temas, uno de ellos el de las relaciones laborales entre trabajadores y empresarios. Ese es, para el productor, Saeed Bashiri, uno de los aspectos que más le llamó la atención del proyecto: «Me pareció increíble poder mostrarlo, sacar ese tema, que es muy importante para la sociedad».
«Cuando leí la película me enamoré de ella, del tema, de cómo estaba todo entrelazado», ha reconocido antes de asegurar que la realidad que muestra es, precisamente, real, ya que en esas fábricas se trabaja de ese modo y existen esas relaciones, que con el paso de los años se han hecho extensivas a otros ámbitos. Asimismo, el productor se ha referido a la convivencia entre distintas nacionalidades en el país, representado en el caso de la película por los iraníes y los kurdos, que históricamente, ha subrayado, ha estado marcada por el cariño.
Por su parte, la responsable del casting, Nahid Azizi Sedigh, ha explicado la proximidad de su labor con la del director a la hora de elegir a los actores pero, especialmente, ha enfatizado la labor que el cine desempeña para mostrarnos u obligarnos a girar la cara hacia realidades que, de otro modo, nunca llegaríamos a conocer. «Creo que el cine no va a cambiar el mundo, eso es imposible, pero quizá hace que tú gires el cuello y mires a otras partes que no mirarías en otro caso».
En esta línea, ha reconocido el poder que tiene el séptimo arte para cambiar la sociedad y mostrar las partes «oscuras», lo que hace que los espectadores, cuando pasan al lado de esas realidades, al menos se tomen un minuto «para mirar a esa gente y pensar que existen, que están ahí».
The Wasteland cuenta ya con permiso para proyectarse en Irán, aunque Bahrami ha asegurado que la más que posible candidatura para representar a su país en la carrera a los Oscar propiciará que el estreno pueda llegar cuanto antes.