30/10/2020.- La cineasta china Zheng Lu Xinyuan ha presentado en esta penúltima jornada de la 65 Seminci su ópera prima, The Cloud in Her Room, una historia «contemporánea» que nació en el año 2013, cuando vivió en Estados Unidos como estudiante de producción y que recibió este año el Tiger Award del Festival de Róterdam.
«Con la distancia física y la diferencia horaria empecé cada vez más a pensar de dónde soy, en mis raíces, y en ciertos momentos de mi pasado que estaban en mi memoria», ha explicado la directora en la rueda de prensa posterior a la proyección.
Todas aquellas sensaciones le llevaron a escribir el guion durante su estancia en Estados Unidos, aunque lo reescribió a su llegada a China, momento en el que comenzó a buscar localizaciones y a pensar en quién podría encarnar a los personajes con el fin de arraigar la historia a la realidad actual de su país. Viendo fotos de Instagram encontró a la protagonista, en cuyos ojos vio fragilidad. Después de conocerse y hacerse amigas, ambas rodaron un cortometraje «que fue más bien algo divertido para conocernos mejor».
«No es un guion que escribiera para ella, pero al hacer el casting era una de las candidatas principales», ha explicado Zheng Lu Xinyuan, quien ha añadido que hay parte de la cinta grabada en digital «que mantiene la esencia original de la película».
En este sentido, ha recordado que cuando escribía el guion ya imaginaba la película en blanco y negro, mezclando texturas de imagen, aunque fue junto al director de fotografía con quien realizó un proceso de exploración durante el rodaje que concluyó en el montaje y luego en la posproducción.
Los espacios, «contenedores de la memoria»
The Cloud in Her Room está rodada en Hangzhou, su ciudad natal, de donde ha seleccionado espacios que para ella no tienen significada por separado, sino de manera conjunta. «Funcionan como contenedores para la memoria de la protagonista (…) El apartamento viejo donde creció es el primer escenario que vemos en la película y es muy importante. Ella va caminando por la ciudad, de un sitio a otro, de una relación a otra, y el único sitio donde encuentra esa pertenencia es en ese viejo apartamento. Es muy simbólico”.
La directora, que debido a la pandemia no ha tenido oportunidad de disfrutar del premio logrado en el Festival de Róterdam, ha reconocido también las dificultades que encontró para conseguir financiación debido a los desafíos que, a su juicio, presenta su trabajo. «Era cuestión encontrar a la persona adecuada para colaborar», ha añadido, con optimismo, antes de referirse a la complicada situación que afronta el cine independiente chino, que ya de partida se dirige a un público «muy concreto y limitado».
«Para mí ese desafío no viene solo del contenido de la película, sino de ser nueva directora, de ser mujer. En este momento ser mujer, amateur y hacer una película es un desafío, pero tiene su lado bueno, porque no hay tantas en este momento y eso hace que nuestra voz se escuche más”, ha destacado.
Su deseo, como el de cualquier director, pasa por ver su película estrenada, aunque la actual situación no lo hace especialmente fácil, como ha reconocido. Por ello, ha confesado que «sería una bendición» que The Cloud in Her Room encontrara su propio público, bien en Internet, a través de festivales o en el soporte que sea.