- La directora china debuta en el mundo del largometraje con la historia de una joven atormentada que comienza a buscar a la persona que asesinó a su madre dos años atrás
28/10/2020.- «Creo que nada es más complicado que los pensamientos humanos. Nuestras emociones son especialmente inestables durante la etapa de la adolescencia, cuando no estamos completamente preparados para convertirnos en adultos. Frente a las cuestiones del mundo adulto, los adolescentes experimentan contradicciones entre sus creencias iniciales y la realidad. Esa sensación de encontrarse perdido es lo que me atrajo del tem».
El peso de la trama recae, precisamente, en la menor, Jiahe, quien tras la muerte de su madre ve cómo los cimientos de su vida se tambalean: su padre, para quien es una perfecta desconocida, no deja de beber y la búsqueda del responsable del asesinato de su madre le obliga a dejar atrás el colegio, las amistades, las aficiones. El sigilo con el que se mueve, la inocencia que transmite, choca con su ansia por dar con Yu Lei y resolver, de este modo, las dudas que no logra acallar.
«Quería construir un personaje natural y auténtico. Durante el proceso de casting, mi intención era elegir a una actriz que tuviera una personalidad similar a la del personaje protagonista. Y resultó que ambas poseen una gran fuerza interior. Mi función consistió más bien en equilibrar, decidir cuándo dejar que la intérprete se pareciera más al personaje y cuándo pedirle que volviera a ser ella misma», explica la directora.
Pese a la carga emotiva de la historia, Zhou Sun buscó dar un alto nivel de iluminación «para así crear un fuerte contraste entre las luces cálidas y brillantes y el sentimiento de angustia del personaje». En su apuesta por la idea del «crimen bajo el sol» en lugar de la típica atmósfera delictiva, «oscura y fría», la cineasta eligió la relación de aspecto de 4:3 por su capacidad para condensar el espacio, resaltar los personajes y, al mismo tiempo, «aportar un sentido de restricción».
La cineasta, quien espera que su película llegue a espectadores de cualquier condición y nacionalidad, ha trasladado a la gran pantalla algunas de sus percepciones personales, como sucede en el caso del papel que juegan los árboles: «a veces me aportan consuelo, mientras que en otras ocasiones implican peligro». En Summer is the Coldest Season, la naturaleza pone voz a las emociones de Jiahe, cuya madurez y templanza se consolidan a lo largo de la narración.