Leyendo este último domingo la declaración de amor a las salas de cine hecha por Fernando Lara, el exdirector de la SEMINCI en un artículo en El Norte de Castilla, que titulaba «Una terapia cinematográfica», se me ocurrió que ese texto y otro que publicó hace unos días en Cartelera Turia de Valencia, podrían inaugurar en nuestra web un espacio abierto de homenaje a los recintos en los que descubrimos y nos enamoramos del cine.
Publicaremos las reflexiones escritas de escritores, periodistas, críticos, cinéfilos y buenos aficionados sobre aquel día en que resultaron inoculados por el (buen) virus de la fascinación por el cine. Queremos compartir con ellos sus primeros recuerdos de cuando sucumbieron al hechizo del cine y sus historias; de cuando descubrieron el hecho de ir a ver cine como un acto social de proximidad, ahora que estamos conminados al alejamiento ciudadano y confinados en nuestras casas.
Para entretener esa espera hasta que podamos volver a una sala de cine es por lo que hemos creado esta sección que llamaremos, en honor de su «inductor» Fernando Lara, CANTO A LAS SALAS CINE (CUANDO DESCUBRIMOS EL VICIO DEL CINE).
Serán precisamente los dos artículos citados de Lara con los que vamos a abrir esta sección.
¡¡Que lo disfruten!!
Javier Angulo. Director de SEMINCI