31/3/2021.- El cineasta Alejandro Amenábar recibió en 2019 la Espiga de Honor de la 64 Semana Internacional de Cine de Valladolid, donde además protagonizó una de las clases magistrales que el Festival organiza en colaboración con la Universidad de Valladolid.
Desde su debut en el largometraje con Tesis (1996), Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972) ha conectado tanto con el público como con la crítica. Tesis fue considerada la mejor película del año en España por la Academia de Cine, y tuvo un éxito extraordinario a escala internacional, consiguiendo numerosos premios en festivales por todo el mundo.
Apenas un año más tarde, su segundo film, Abre los ojos (1997), fue un éxito de taquilla en España y se estrenó a escala internacional. La película tuvo un remake americano, Vanilla Sky, bajo la dirección de Cameron Crowe, interpretado por Tom Cruise, Penélope Cruz y Cameron Díaz.
Los otros (2001) y Mar adentro (2004) le consolidaron internacionalmente. Mar adentro, protagonizada por Javier Bardem, obtuvo el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa y 60 premios internacionales. Los otros, protagonizada por Nicole Kidman, fue su primera película rodada en inglés. Seleccionada por el Festival de Venecia, la película obtuvo un gran éxito de público y una excelente valoración de la crítica internacional.
En 2009 estrenó Ágora, protagonizada por Rachel Weisz y seleccionada por el Festival de Cannes. Fue la película más taquillera del año en España, con una recaudación de más de 21 millones de euros y 3,5 millones de espectadores.
En 2015 estrenó Regresión, protagonizada por Ethan Hawke y Emma Watson. Recaudó más de nueve millones de euros en taquilla, superando el millón de espectadores en España.
En otoño de 2019 estrenó en cines Mientras dure la guerra con gran éxito de público. Actualmente, prepara su primera serie de televisión, ‘La fortuna’, para Movistar+.
Masterclass en la UVa
Durante el encuentro con los alumnos de la Universidad de Valladolid, que abarrotaron el auditorio, el cineasta recorrió el trabajo de una persona que desde niño soñaba con «hacer realidad las películas e historias que les contaba a mis amigos». Con 20 años, consiguió su propósito al estrenar su primer corto, La cabeza, que iría seguido de dos cortometrajes más: La extraña obsesión del Doctor Morbius e Himenóptero, de los que asegura «haber aprendido lo necesario» para enfrentarse a su primera película, Tesis.
Así, con tan solo 24 años, estrenó en 1996 su ópera prima con la que se consagró como director y con la que obtuvo su primer gran Premio Goya a la Mejor Película. Amenábar recuerda «con ternura» su llegada a Berlín, donde vio por primera vez el cartel de su película.
Entre los temas que se abordaron en la masterclass, se habló sobre el proceso creativo, la creación del guion, los escenarios o la disposición de los planos, de los que recuerda en los inicios de su carrera: «me apasionaba contar en planos, con la posición de la cámara, jugar…». Cuando se embarcó en su primer largometraje «ya tenía claro cómo quería hacer las cosas» y su principal preocupación era «conseguir hacer lo que quería con tan solo cinco semanas de rodaje».
Amenábar asegura que se enamoró del cine cuando descubrió el proceso de creación interno del trinomio Hitchcock, Kubrick y Spielberg, este último su director favorito declarado. Sin embargo, la oportunidad de llevar a cabo su propia obra fue concedida por su mentor, el director José Luis Cuerda, el cual le llamó personalmente, le invitó a un rodaje y le animó a escribir Tesis: «él decía: eres buen cineasta, ahora tienes que aprender a ser buena persona». Amenábar concluye que Cuerda «fue muy buen Cicerón».
Tras sentir la ‘experiencia hollywoodiense’ al rodar Los otros, el artista confirma que prefiere trabajar en su tierra. Ejemplo de esto es su última obra, Mientras dure la guerra, un drama sobre la Guerra Civil española protagonizada por Karra Ejalde, el actor que da vida a Miguel de Unamuno. Del actor, que también participará en la Gala del Cine Español de esta noche, presume «podrá haber cinco Unamunos en el mundo, Karra Ejalde solo hay uno». Amenábar asegura ser un enamorado del cine histórico y, aunque rechaza considerarse un ‘activista cinematográfico’ concluye que sus películas «nacen de una preocupación moral».
El futuro próximo del cine, que ha copado buena parte de la ronda de preguntas final, no asusta al director «mientras pueda seguir teniendo la libertad de creación que he tenido hasta ahora». Amenábar, que quiere adaptarse a la realidad de la producción de las multiplataformas, se niega a que una obra imaginada para una gran pantalla de cine se termine visualizando en un móvil y en ocasiones a «velocidades superiores para consumir más». Es por esto que el artista asegura que Movistar, productora de su último largometraje Mientras dure la guerra, «entendió que queríamos hacer una película para salas de cine y no para la multiplataforma».
Alejandro Amenábar se presenta de esta forma como un «optimista por naturaleza» y, aunque ahora se encuentra rodando su primera miniserie para Netflix, sigue luchando por contar una historia en dos horas: «me parece frustrante que para enterarme de una historia tenga que ver seis temporadas de una serie». El aclamado director ha dejado clara su filosofía: «Tengo una historia. Dame dos horas y te la cuento».