El cineasta irlandés, autor de Mi pie izquierdo y En el nombre del padre, destaca el «enorme honor» de recibir la Espiga de Honor de un festival con una «historia tan potente»
El cineasta irlandés Jim Sheridan, Espiga de Honor de la 67ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, ha impartido, este jueves 27 de octubre, Día de Irlanda en el festival, una clase magistral en la que ha declarado que “transmitir las emociones en el cine es lo más difícil, pero también lo más importante”. “En el cine hay dos mundos: el visual, con marcas en el suelo, luces… en el que hay mucho control, y otro emocional”, ha añadido.
“Los dos mundos chocan y a veces no te deja ver las emociones que transmite el actor, pero lo que siempre intento buscar en las películas son emociones verdaderas, que transmitan”. Así, ha hecho referencia al actor Daniel Day-Lewis, uno de los intérpretes del film Mi pie izquierdo, de Sheridan, a quien ha alabado al recordar que este se metía en el personaje y se convertía en “una persona real, no en un actor”.
El cineasta ha señalado que Day-Lewis se mantenía en el papel todo el tiempo. “Me ayudó mucho como director porque los ojos estaban fijados en él y no en mi mala labor como director”, ha bromeado. Asimismo, ha aprovechado para ensalzar el trabajo de los actores. “Mucha gente piensa que es una profesión inferior, pero no es así; de hecho, existe otra percepción que compara a los actores con seres espirituales, con chamanes que históricamente iban a otro mundo y traían conocimiento”. “Este era el compromiso que tenía Day-Lewis; traía energía”, ha concluido.
Asimismo, ha apuntado que lo más importante a la hora de seleccionar a los actores es que estos sepan transmitir esas emociones tan importantes para Sheridan. “Tiene que salir de los propios actores; intento no manipularles, lo que quiero es que sean ellos mismos”. “Un buen actor también es alguien que no quiere estar en el rodaje, pero que cuando se encuentra rodando, lo da todo”, ha manifestado.
El cineasta, que recibirá el galardón en la Gala de Clausura el próximo sábado día 29, ha asegurado que recibir dicho reconocimiento de la mano de un festival con una “historia tan potente” es un “enorme honor”. “Al leer la lista de galardonados del festival, se siente “abrumado” por estar entre ellos, ha aseverado antes de poner en valor las raíces del festival: “Me gusta que tenga valores espirituales; no entrar en el cine comercial me parece muy bueno”.
Sheridan, que ha recordado la relación histórica tan antigua que mantienen su Irlanda natal y España, ha expresado que su interés en el mundo del cine viene de lejos. “Mi padre dirigía un grupo de teatro y, a raíz del fallecimiento de mi hermano pequeño, lo enfocó más como una manera de ayudar a la sociedad. En ese momento, con sólo 16 años yo empecé a colaborar con él”. “Mi interés por hacer cine ha estado siempre, pero en Irlanda, en esos años yo solo conocía a un compañero mío que lo hacía, pero fue entonces cuando pensé que igual yo también podía, empecé a leer guiones, ver películas… y ahí empieza todo”.
Respecto al futuro de las salas de cine, ha tachado de “evidente” el hecho de que los cinco grandes distribuidores de cine en la actualidad son plataformas on line de Estados Unidos, que compran todos los recursos existentes para hacer las grabaciones “a través de su propio punto de vista”. Así, ha asegurado que en ese país “hay una ansiedad insaciable de una demanda emocional de superhéroes que resuelven los problemas del mundo, lo positivo es que generan empleo, pero el enfoque que dan no es muy sano”.
El cineasta irlandés, que ha detallado que la película que más le ha influenciado ha sido El Padrino, ha desvelado que en la actualidad está trabajando en varios proyectos. “Siempre trabajo con cuatro o cinco guiones a la vez para, al final, elegir el que más probabilidad tiene de convertirse en realidad”. Así, ha asegurado que está con un proyecto autobiográfico que narra la historia de una familia que se muda a un pequeño hotel.