He comunicado al alcalde de Valladolid y a la presidenta de la Fundación Municipal de Cultura, la concejala Ana Redondo mi decisión de no seguir (es decir, de cesar de forma voluntaria) al frente de la SEMINCI, y dar un paso a un lado para permitir su renovación y la llegada de personas capaces de mantener en alto el prestigio y nivel actual del festival
Desde mi llegada a Valladolid me he entregado, con entusiasmo, a potenciar, modernizar y recuperar el brillo que siempre tuvo la SEMINCI, tratando de crear espacios y contenidos y miradas nuevas. He buscado abrir la programación a nuevos públicos para acercales, en lo possible, al cine de autor, principal seña de identidad del festival. Con distancia, todo ello me llena de orgullo y me deja la sensación de labor cumplida.
Despues de 15 años al frente de SEMINCI (15 maravillosos años), quisiera dedicarme al asesoramiento externo en temas de programación, organización y remodelación de festivales y a proyectos largamente aplazados.
Como es natural y de responsabilidad, seguiré siendo, si así se desea, director interino hasta que haya un nuevo director o directora, algo que espero y deseo que no se demore mas que lo indispensable.
Quiero agradecer el apoyo y el respeto que durante estos 15 años he recibido del actual gobierno municipal (y también del anterior) para poder realizar con total libertad, mi trabajo, así como de los Consejos Rectores y los representantes de todos los partidos politicos, con los que despaché desde entonces.
Asimismo quiero agradecer tanto al equipo de SEMINCI como a los servicicios externos, que desde mi llegada han colaborado con el festival y más estrechamente conmigo, el apoyo y entrega para hacer posible y fácil mi trabajo.
Dejo para el final, el agradecimiento, el respeto y hasta el cariño con que he sido tratado por los medios de comunicación nacionales y, en particular, los locales y regionales, de los que sois una buena representación.
No olvido ni olvidaré nunca el afecto, con el que me he sentido tratado en Valladolid y las muestras permanentes de valoración, respeto y cariño y apoyo a mi trabajo recibidas en estos años a nivel popular, de la calle. Esa ha sido mi mejor vitamina en los años en los que he tenido el privilegio de dirigir la SEMINCI.
Javier Angulo Barturen.