La codirectora de Nothing ha basado su ópera prima cinematográfica en la novela homónima de Janne Teller. João Gonzalez, por su parte, presentó su filme, Ice Merchants, centrado en las relaciones paternofiliales
En España el Nada de la novelista y ensayista danesa Janne Teller no ha sido un best-seller, pero tres años después de ser censurada en Dinamarca logró una importante repercusión internacional. En este libro, controvertido y con una importante base filosófica, está basado el filme, con título homónimo, de Trine Piil y Seamus McNally.
Piil ha presentado el filme en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, hoy, 24 de octubre, y ha reconocido el impacto que tuvo sobre ella el libro: «Me lo leí una noche de Navidad durante una estancia en Londres, en una pequeña habitación y sobre una pequeña cama, y me gustaron dos cosas: el trasfondo filosófico y el argumento, que me pareció muy atractivo para llevarlo al cine».
Efectivamente, el libro hace pensar. Dentro y fuera de sí mismo. El argumento cuenta los avatares de una pandilla de adolescentes que deciden demostrar que sí, que hay cosas que merecen la pena. Uno de sus compañeros de clase, Pierre-Anthon (Harald Kaiser Hermann), acaba de abandonar la escuela ante la mirada atónita del profesor Eskildsen (Peter Gantzler) y del resto los alumnos.
Tras subirse a un árbol, del que no tiene intención de bajar, proclama que nada importa. Así que sus colegas de clase se lanzan a crear una pila de objetos que sí son importantes para ellos para convencer al descreído de que está equivocado. El nihilismo no existe.
Dudas existencialistas en una pandilla de adolescentes
El proceso es duro y obliga a enfrentarse a sus protagonistas a importantes cuestiones. ¿Qué es lo que me importa realmente? ¿Los demás saben sobre mí más que yo mismo? ¿Tengo que perder aquello que me importa para darle valor? ¿Qué es justo que hagamos cada uno en relación con lo que exigimos hacer a los demás? ¿Cuándo consideramos que un asunto se nos ha ido de las manos? ¿El proceso de renuncia a lo importante es tan sublime que el resultado solo puede ser una obra de arte… o debería haber luchado por conservar aquello que importaba?
Trine Piil lo resume mucho mejor: «Gira en torno a la pregunta de qué es lo que importa la vida. No es una pregunta fácil, y además aquí se trata desde la perspectiva de los adolescentes».
Los protagonistas no son los únicos en intentar encontrar respuestas. El filme también lanza importantes preguntas al espectador: ¿qué es arte? ¿Quién y cómo decide lo que es una obra es arte? ¿El proceso creativo implica dolor? ¿Hasta dónde está permitido llegar para demostrar que algo importa? ¿Dónde ponemos los límites? ¿Con qué criterios? ¿Qué es un sacrificio?… Y así hasta que cada cual decida dejar de hacerse preguntas en un abordaje existencialista.
Menos personajes y una cuidadosa selección de objetos
Para abordar su filme Trine Piil y Seamus McNally hicieron un importante trabajo de adaptación del filme. Por un lado, Piil convirtió la novela en guion y para ello tuvo que hacer algunos sacrificios, como eliminar personajes que sí están presentes en el libro o relegar a un lugar secundario en la trama a los adultos: «Fue una decisión deliberada. En el filme está presente la idea de que los padres a veces se alejan de las cuitas de sus hijos adolescentes».
Por parte de McNally, un director con amplia experiencia en la formación de actores, hubo de realizar un importante trabajo con el joven elenco. Tal como explicó Piil, la realizadora «hizo que los intérpretes se sintieran en un entorno seguro durante el rodaje; hizo un trabajo fantástico».
Otra cuestión para la que ambos cineastas no escatimaron tiempo fue para la selección de items que formarían parte de las cosas importantes que los adolescentes sacrificaban: desde una bicicleta a la virginidad de la mejor amiga de la promotora de la idea: «Tenía que ser algo que ellos pudieran traer, y que al mismo tiempo se pudiera exponer en un museo».
Como resultado, un filme que trata cuestiones atemporales. Una historia que bien podría haber transcurrido hace 20 años, pero que exigió mascarilla por el momento en el que fue rodada.
Ice Merchants, relaciones paternofiliales a través de la animación
João Gonzalez, director de Ice Merchants, cortometraje de Sección Oficial, ha estado presente también en la rueda de prensa para ofrecer su visión de un filme en el que ha sido realizador, guionista, coanimador, y responsable del montaje y de la música.
Según sus palabras, el filme «es un drama de familia en un entorno muy surrealista y que sobrevive a un ritual también muy surrealista». La sinopsis del filme arroja alguna luz más: todos los días, un padre y su hijo saltan en paracaídas desde la altura vertiginosa en que se encuentra su casa congelada, en la pared de un precipicio, para ir al pueblo que hay en el lejano fondo del valle, donde venden el hielo que producen a diario.
Con ese planteamiento, el director portugués aborda una aproximación metafórica en un entorno físico. Para ello se sirve de la animación, una técnica que, según ha avanzado en ocasiones anteriores, le permite una gran libertad.
«He planteado esta película de manera muy parecida a mis anteriores cortometrajes: propongo escenas partiendo de cero y, a partir de ahí, me planteo preguntas que me llevan a terrenos más comprometidos», ha explicado.
Su filme llega a la Semana de Cine tras pasar por Cannes, donde ha recibido el Premio Discovery Leitz Cine.
Proyecciones de Nothing
Director: Timothy Brock
Música: Neil Brand
Orquestación: Timothy Brock
PACIFIC VEIN 12′
LLUNA DE SAL 16′
LE LOUP 10′
MY SENSES ARE ALL I HAVE TO OFFER 20′
MARION 13′
BAD FOR A MOMENT 15′
NENS 14′
WHITE CLOUD 19′
VEGAN MAYO 5′
VOX HUMANA 22′
PUNTER 14′
BALDILOCKS 25′
EL CAMBIO DE RUEDA 9′
ON THE WAY 15′
AN URBAN ALLEGORY 21′
CUENTO DE UNA NOCHE DE VERANO 21′
IMMACULATA 22′
PERCEBES 11′
O 20′
400 CASSETTES 14′