La sección Spanish Cinema de la 67ª Seminci ha proyectado este sábado 23 de octubre el largometraje dirigido por Alberto Rodríguez, Modelo 77; “una historia de amistad, solidaridad y libertad, inspirada en hechos reales”.
La obra protagonizada por Miguel Herrán y Javier Gutiérrez ha sido producida en Barcelona, Madrid y Sevilla, lugares que han servido de escenario para este largometraje. Además, contó con la participación de Jesús Carroza, Fernando Tejero, Catalina Sopelana, Xavi Sáez, Alfonso Lara y Polo Camino.
La presentación ha contado con una sala de cine repleta de gente y con la presencia del director y guionista Alberto Rodríguez, quien se ha mostrado muy agradecido al público del Festival. “No hay nada como una sala llena, estoy feliz”, afirmaba el director.
Modelo 77, es una película basada en el escenario de la cárcel Modelo de Barcelona de 1977, donde Manuel, un joven contable, encarcelado y pendiente de juicio por cometer un desfalco, se enfrenta a una posible pena de entre 6 y 8 años, un castigo desproporcionado para el delito cometido. Junto a su compañero de celda Pino, se une a la COPEL, un colectivo de presos que luchará por los derechos de los presos comunes y la amnistía. A lo largo del film, se inicia una guerra por la libertad que hará tambalearse al sistema penitenciario español.
La película nació fruto de la inquietud de Rafael Cobos y el propio director, quienes no podían dejar pasar la oportunidad de mostrar esta historia en la gran pantalla. “Esto tenemos que contarlo, merece la pena”, señala Rodríguez, “las alcantarillas de Barcelona levantándose y 45 personas huyendo por el centro de la ciudad”, añade el director confesando que a medida que profundizaba en la fuga se daba cuenta de que “lo único e interesante era lo de antes, que los presos se dieran cuenta de que por muy remota que fuese, la posibilidad de amnistía estaba presente”.
El cineasta expresa su pasión por el género carcelario haciendo un pequeño guiño a la película ‘La evasión’ en su largometraje. “Me llevo muchas cosas de esta película. Las vivencias personales, las entrevistas con los presos, para mí ha sido un ejercicio de sencillez. A veces es más difícil hacer las cosas simples”, concluye Rodríguez.