La sección Tiempo de Historia ha programado este martes 25 de octubre el largometraje The Eclipse, dirigida por Nataša Urban. En la proyección, que ha tenido lugar en el Teatro Cervantes de la ciudad pucelana, ha acudido su directora recién llegada desde Noruega.
Las películas de Urban ya han pasado anteriormente por grandes festivales como el Festival de Amsterdam. Especializada en Bellas Artes y en concreto en fotografía, elemento que aparece muy presente a lo largo del largometraje, la directora, que se ha mostrado muy agradecida en la presentación, ha querido recalcar un dato antes de que comenzase el film. “Esta película se ha rodado de manera analógica para dar un efecto antiguo, así que si ven algo que parecen imágenes antiguas no se crean que lo son”, explica Nataša Urban.
El largometraje The Eclipse se centra en el 11 de agosto de 1999, en un momento donde la mayor parte de Europa se encontraba inmersa en el eclipse solar total que momentáneamente envolvió a la Tierra en la oscuridad. Pero en Serbia, la gente estaba ocupada atrincherándose en sus casas y refugios por miedo a esa oscuridad. Usando este evento como una metáfora de la sucia conciencia de la nación sobre las consecuencias de sus decisiones políticas, en este documental-ensayo la directora confronta el pasado de guerra y crímenes de su país y el mal que todavía campa a sus anchas en la actualidad.
La historia que lleva a cabo la directora en esta pieza se narra a través de la participación de Borislav Stanković, Lia Stanković, Branislava Stanković, Milena Marinković, Jelena Šakić, Igor Stanković, Elena Subu, Danica Stanković. “El eclipse es un fenómeno maravilloso y natural que tenemos la suerte de poder ver, y por ello lo utilizo como una metáfora”, argumenta la directora. Nataša Urban explica que tiene una mente muy visual y que eso le ha ayudado a desarrollar su documental con mayor facilidad.
Los diarios de su padre, conversaciones con familiares y amigos han ayudado a que este film se vaya enriqueciendo poco a poco. “Las conversaciones fueron la parte más difícil de esta película, creé 55 páginas de guion y si soy realista solo hemos usado la mitad”, añade la joven de nacionalidad serbia. Finalmente, la directora marca el fin del coloquio con una reflexión que deja con pocas palabras a la sala: “Soy serbia, obviamente no me gustan ni la guerra ni los conflictos, pero otras personas hicieron la guerra en mi nombre. Esa es la carga que llevo, es por ello que considero que soy responsable y tengo que darle voz”.