La Sala 1 de los Cines Broadway ha sido testigo de la proyección de los cinco cortometrajes que compiten dentro de la sección Tiempo de Historia de la 68 Seminci. Allí los espectadores han podido disfrutar del coloquio posterior junto con los realizadores de los tres cortos que han acudido a la sala para presentar su proyectos.
En el caso de Ruinas futuras estaban presentes sus cuatro directores, Carolina Sánchez, Elvira Arbós, Francisco Armenteros y Ran Chen. Este cortometraje se desarrolla dentro de un colegio mayor y aborda los diálogos y las inquietudes de sus habitantes. Durante la presentación, los directores han querido señalar que este proyecto busca representar «una parte de la juventud relacionada con el mundo del arte y la identidad queer». Pretenden que las generaciones mayores que se enfrenten al cortometraje comparen su mocedad con la experiencia que viven los muchachos de hoy en día.
La directora Eloïse Le Gallo ha presentado Bleu Silico como «un viaje poético y científico». A través de esta cinta se entremezclan imágenes del mar con experimentos de investigadores que inyectan ADN de algas para reparar la retina humana. Según la directora, «enlazar las vivencias de aquellos que están perdiendo la visión con el punto de vista de los científicos que tratan de devolvérsela» es el fin último del cortometraje.
La siguiente propuesta presentada ha sido La casa oberta de la mano de su realizadora, Julia Lasarte. Este cortometraje fue pensado en sus principios como un documental sobre la abuela de la directora, Maria Samper, pero se acabó transformando en «una videoinstalación a través de la cual se construye la casa familiar».
La historia del corto se fue desarrollando a medida que Julia Lasarte iba descubriendo el archivo fílmico de su abuelo e iba desarrollando el suyo propio. Para la directora, la finalidad de este proyecto era reunir a todos los miembros de su familia, tanto los que aún viven como los que ya no están.
Además, la jornada también ha contado con la proyección de los cortos Alpha kings y Ours. El primero de ellos se introduce en el mundo del findom a través de un grupo de jóvenes tejanos que se ganan la vida con esta práctica. Mientras tanto, Ours, plantea una reflexión metacinematográfica sobre la violencia de ciertas miradas y el voyerismo. Este cortometraje opta a la espiga verde por incluir imágenes de ciertos elementos de la fauna suiza.