Dentro de los múltiples títulos de la sección Alquimias de la 69ª edición de Seminci se proyectó La parra, el más reciente trabajo del director, Alberto Gracia, en una sesión donde presentó la película acompañado de los actores Alfonso Míguez, Lorena Iglesias y Emilio Buale, junto a los productores de la película, Beli Martínez de Galaika Films y Tasio. La parra narra la historia de un hombre que tras la muerte de su padre debe volver a Ferrol. Mientras se encuentra alojado en la pensión ‘La parra’, la gente comienza a confundirle con un guía turístico desaparecido hace un tiempo.
El director habló del componente autobiográfico de la película, que recorre parte de su historia personal y su vuelta a Ferrol, desarrollando una película enigmática sobre el retrato de lo marginal. La ciudad gallega aparece como una isla metafórica en medio de la nada, un lugar del que parece que no se puede escapar. En torno a esto, destacó su idea de construir la película a través de desviaciones y apuntes, no desde conceptos sólidos, tratando de generar un tipo de relación especular entre los habitantes de la ciudad y el paisaje. Así, también, se genera un cuestionamiento de nuestra relación con las imágenes y cómo nos vemos desde fuera, en una época, como reflejó Alberto Gracia, en total ausencia de referentes.
El director también quiso establecer un paralelismo entre el complejo proceso de creación de la película con la historia del protagonista: «Hacer una película siempre supone una aventura, te metes en ello y nunca sabes cómo ni cuándo vas a salir». Por ello, también, quiso agradecer profundamente el apoyo y los cuidados brindados por sus amigos y colaboradores y, finalmente lanzar un mensaje de cariño al cine de los años 70, que le ha servido como refugio en muchas ocasiones y que actúa, al igual que Ferrol en La parra, como una especie de oasis intermedio entre el cine autoral de los años 60 y la consolidación del cine comercial en Estados Unidos en los 80.