El director francés lanza el mensaje, en su primera película de animación, de que tenemos la opción de comportarnos bien en situaciones dramáticas
Valladolid, 26 de octubre de 2024. Dentro de la Sección Oficial de la 69ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci),el director francés Michel Hazanavicius, ganador de un Oscar a Mejor Película por su obra The Artist (2011), ha presentado fuera de concurso su primera película de animación, The most precious of cargoes. «Todo el mundo tiene la idea un tanto estúpida de que la animación es principalmente para niños. Pero eso es porque se nos presenta así», ha comenzado diciendo el director.
La película narra la historia de un pobre leñador y su esposa que viven en un gran bosque con frío, hambre y guerra alrededor. Un día, la mujer rescata a un bebé arrojado desde uno de los muchos trenes que atraviesan constantemente el bosque. Esta niña, «la más preciada de las cargas», transformará las vidas de muchas personas.
Sobre su primera aproximación a la animación, ha expresado su interés en este tipo de cine desde que era un niño, pero ha confesado que nunca había pensado en hacer una película de animación: «Cuando comencé a trabajar en esta película, el punto positivo es que estaba bastante fresco, sin demasiados conocimientos, y eso fue lo que nos permitió a todos cometer errores, pero al mismo tiempo conseguir resultados con los que estoy satisfecho».
La adaptación del cuento de Jean-Claude Grumberg ha sido un reto para el director, y ha querido destacar las razones por las que eligió una determinada estética para traducir así el texto original: «Cuando leí el libro inmediatamente tuve la sensación de que era un clásico, de que era una historia que siempre había existido. Quería recrear un poco de ese clásico, y por eso los créditos iniciales van acompañados de cuerdas con notas sostenidas, como si fuera una especie de recuerdo que exhumamos del pasado y traemos de vuelta al presente. Y en ese sentido, quería animación clásica, quería animación que no fuera absolutamente moderna».
Cuento esperanzador
La tragedia del Holocausto se filtra en la fábula que ha dirigido Michel Hazanavicius, quien ha destacado que, por su propio carácter histórico, su voluntad era no retratar personas concretas: «En el caso de esta historia, claro que nos basamos en el Holocausto, pero la palabra judío ni la palabra nazi se pronuncian nunca, porque la idea de este relato era mostrar lo mejor del hombre, pero también lo que hay de peor en ellos, y que, en el contexto más dramático posible, todavía se puede aprender».
Preguntado sobre la situación europea actual, ha añadido: «Hay muchas cosas que no funcionan en el mundo y creo que hacer la elección de la dignidad tiene un significado poderoso. Quizás la película puede ser un requerimiento a Europa, decirles que tenemos la opción en todo momento de comportarnos bien en situaciones dramáticas».
Sobre el trabajo técnico, Hazanavicius ha querido destacar la música de Alexandre Desplat y el difícil trabajo que supone dentro de la animación la inclusión de elementos sonoros en general, al no haber grabación de sonido directo. Después de elaborar un storyboard que resumiese el contenido sonoro que debía llevar la película, el director habló con el compositor: «Solo le di un par de indicaciones de lo que yo pensaba que debía ser la música, apenas un pequeño boceto que incluía dónde debía ir el acento musical y la emoción que debía producir la escena».
Sobre el diseño de sonido de Selim Azzazi ha comentado: «Todo está hecho para esta película, todos los sonidos son reales, pero se convierten en algo más al entrar en la película. El llanto del bebé proviene de un llanto real, el ruido de las hojas está grabado en plena naturaleza, así es como hemos estructurado la película».
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