- El cineasta argentino hizo este largometraje gracias a la pasión que sentía por la narrativa de Atahualpa Yupanqui
26/10/2020.- “Mi fascinación por los libros de Atahualpa me llevo a ir al norte argentino, lugar en el que conocí a Ricardo Fidel Tolaba, protagonista de la obra, y fue ahí donde todo esto empezó a cobrar vida propia”, afirma el director.
Un arriero de llamas que vive en la aldea de Cóndor y se dedica, junto con su hijo, a vender la carne y lana de los animales. Una historia grabada a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar que provocó que “necesitáramos más tiempo para poder aclimatarnos”, según explica el cineasta.
Cinco años de trabajo es lo que le ha costado a Alejandro Telémaco conseguir su primer largometraje. Una etapa llena de dificultades, con escenas costosas por encima de las nubes y con muchos periodos de adaptación. “Estuve un año viviendo en la Puna, entre idas y vueltas, sentíamos que teníamos que retratar a los personajes desde dentro”, aseguraba el director.
Piedra sola es una historia desde tres perspectivas y es que, a diferencia de cualquier largometraje, está grabado en diferentes fases: el primer rodaje fue documental, el segundo de ficción y el tercero de sonidos.
Una de las principales premisas de la película para el director fue una frase de Robert Bresson que dice: “El ojo ve, pero el oído imagina”. Por ello, el cineasta destaca el meticuloso trabajo que hay detrás de la obra: “Era esencial captar los matices. En la película hablamos del misterio, y por ello necesitábamos grabar esa energía de la naturaleza. Eso requirió un tercer viaje solamente de sonido”.
Los personajes también han sido una de las piezas claves, ya que el director tenía claro que no quería trabajar con actores. “El rostro de las personas es una geografía territorial y espiritual del lugar. Quería hacer una película misteriosa, pero siempre siéndole fiel a la cultura de la Puna”, añade.
Finalmente, ha agradecido su presencia en la 65 Semana Internacional de Cine de Valladolid afirmando que es “un honor poder presentar Piedra Sola en un festival con tan amplia trayectoria y tan querido en Argentina”. Además, ha recalcado que con la situación que vivimos de la Covid-19, poder venir a presentarlo a un “lugar sagrado” como es el cine “es alucinante”.