69 edición. Del 18 al 26 de octubre de 2024.
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18 /26 octubre 2024
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Valladolid y Cannes, un camino de ida y vuelta

Valladolid y Cannes, un camino de ida y vuelta

Valladolid y Cannes, un camino de ida y vuelta
Los hermanos Dardenne, en Valladolid

28/3/2023.- La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) y el Festival de Cannes mantienen desde hace años una relación especial. Seminci ha sido en numerosas ocasiones la primera ventana a la que el público español ha podido asomarse para ver los títulos más destacados del certamen francés que, a su vez, ha acabado premiando a autores que cosecharon su primer gran éxito internacional en nuestro festival.

El ejemplo más reciente es el cineasta sueco de origen egipcio Tarik Saleh, ganador de la Espiga de Oro de la 62 Seminci con El Cairo confidencial, y que en la pasada edición de Cannes se hizo con el premio al mejor guion por Boy From Heaven, título programado posteriormente en la Sección Oficial de la 67 Semana.

Son numerosos los ejemplos de ese camino de ida y vuelta de autores y películas entre los dos festivales. La 65 edición se inauguró con una de las más gratas sorpresas del certamen francés: Libertad, de Clara Roquet.

La Palma de Oro del Festival de Cannes, cuya 76ª edición comenzará el próximo 16 de mayo, ha inaugurado varias ediciones de nuestro Festival. La última, en 2015, cuando Dheepan, de Jacques Audiard, abrió la 60ª Seminci. Anteriormente lo hicieron Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier quien abrió la 45ª edición de nuestro Festival en el año 2000, y Adiós a mi concubina, de Chen Kaige, que se proyectó en la Gala de Inauguración de la 38 Semana (1993).

Algunos autores hicieron el camino inverso: fueron premiados en Valladolid y, pocos años después, el Festival de Cannes los consagró como autores de prestigio internacional concediéndoles la Palma de Oro en algunos de sus trabajos posteriores.

Además del mencionado Tarik Saleh, el británico Ken Loach ya fue premiado en Seminci con su primer trabajo (Kes, 1969) y logró una Espiga de Plata (Riff-Raff, 1991) y dos Espigas de Oro (Mi nombre es Joe en 1998  y Felices 16 en 2002) antes de lograr dos Palmas de Oro por El viento que agita la cebada (2006) y Yo, Daniel Blake (2016).

La cineasta neozelandesa Jane Campion, cuya película Un ángel en mi mesa logró la Espiga de Plata y el premio a la mejor actriz de la 35ª Seminci (1990), hizo historia unos años después al obtener la Palma de Oro por El piano (1993) y convertirse en la primera mujer en lograrlo.

Abbas Kiarostami, tras ganar la Espiga de Oro de la 40 Semana (1994) por A través de los olivos, logró la Palma de Oro con su siguiente película, El sabor de las cerezas, en 1997. Lo mismo les ocurrió a los hermanos Dardenne, Espiga de Oro por La promesa en la 41 Semana (1996) y ganadores de Festival de Cannes en dos ocasiones: Rosetta (1999) y El niño (2005).

Tanto el filme de Kiarostami, como las dos Palmas de Oro de los Hermanos Dardenne se proyectaron por primera vez en España en la Sección Oficial, fuera de concurso, de la siguiente edición de Seminci.

Mención aparte merece el cineasta coreano Bon Joon-ho, invitado especial de la 59 Semana quien, además de presidir el Jurado Internacional, recibió la Espiga de Honor de Seminci, homenaje que se completó con un ciclo, un libro y una charla en la Universidad de Valladolid, unos años antes de ganar la Palma de Oro de Cannes con Parásitos (2019).

Antonio Banderas, con la Espiga de Honor de Seminci

Bien en sección oficial, o bien en los ciclos de cada edición, ha sido una constante la presentación en España de las películas galardonadas con la Palma de Oro. A lo largo de su historia, Seminci ha exhibido, entre otros títulos, Pelle el conquistador (1988) y Las mejores intenciones (1992), las dos del sueco Billie August; Secretos y mentiras (1996) -dentro del ciclo dedicado al realizador Mike Leigh en la 45 Semana (año 2000)- o El pianista (2002), de Roman Polanski, en el ciclo País invitado: Polonia de la 47 Semana.

En el apartado interpretativo, Valladolid también inició el camino de los premios a Antonio Banderas, que obtuvo en la 34 edición el primer premio de su larga trayectoria cinematográfica – Mejor Actor por La blanca paloma (1989), de Juan Miñón– y tres décadas después se llevó el premio a la mejor interpretación masculina de Cannes por Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.

Es difícil encontrar nombres de autores galardonados en el certamen francés que no hayan pasado en algún momento por Valladolid. En nuestro festival hemos conocido la obra de cineastas como Vittorio de Sica, Roberto Rosselini, Orson Welles, Louise Malle, Federico Fellini, Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, Joseph Losey, los Hermanos Taviani, Volker Schlöndorff, Andrzej Wajda, Costa-Gavras, Shohei Imamura, Emir Kusturika o Michael Haneke, por citar solo algunos.