La película comienza con una ‘coincidencia’ alucinante que se remonta 25 años atrás y que finalmente lleva al director de la película a localizar a su clase de quinto curso (y al profesor del grupo) para ver qué recuerdan de un incidente de acoso escolar que tuvo lugar hace 50 años. De una manera lúdica pero emotiva al mismo tiempo, el cineasta comienza a comprender su complicidad en aquellos hechos y al acosador que todos llevamos dentro.