Cuando Lucía pierde su empleo como programadora informática, decide darle un giro a su vida y convertirse en taxista, empleo muy dado al encuentro con personajes singulares, algunos de los cuales intentarán aprovecharse de ella. Basado en la novela homónima de Juan José Millás, Que nadie duerma se despliega ante el espectador como un puzle en el que nada es lo que parece, un juego de espejos entre lo que existe y lo que no protagonizado por Malena Alterio en un rol al que nunca se había enfrentado y que marca un antes y un después en su carrera. Adaptada a la pantalla por Antonio Méndez Esparza y Clara Roquet —que inauguró la 66 Seminci con Libertad—, este cruce entre película de suspense y road movie cañí que satiriza el mundo de la cultura avanza sin freno por las calles de Madrid para dejar a los espectadores pegados a la butaca.
Director español nacido en Madrid en 1976 y afincado en Estados Unidos, donde obtuvo un máster en Bellas Artes por la Universidad de Columbia. En 2012 ganó el Gran Premio de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes con su primer largometraje, ‘Aquí y allá’, galardonado después en los festivales de La Habana, Bombay, Salónica o Montreal. Su siguiente trabajo, ‘La vida y nada más’ (2017), se convirtió en la primera producción española en recibir el Premio John Cassavetes en los Film Independent Spirit Awards, y en 2020 estrenó en el Festival de San Sebastián ‘Courtroom 3H’, su primer largo documental. ‘Que nadie duerma’ (2023) es su cuarto largometraje y el primero que ha rodado en España.