Yakha acaba de terminar el bachillerato. Tiene talento y desea medrar, escapar de ese destino al que le empuja su familia y que pasa por una boda concertada con un completo desconocido. Bajo esta premisa, Malika Musaeva retrata el final de la adolescencia y el deseo de libertad en la última apuesta del maestro ruso Aleksandr Sokúrov, cuya labor está orientada, desde hace unos años, hacia el descubrimiento de nuevos talentos y que ejerce como coproductor de esta ópera prima. En The Cage is Looking for a Bird, proyectada en la Berlinale, Musaeva retrata su Chechenia natal como un territorio anclado en un tiempo indeterminado, un espacio áspero en el que impera un atavismo transmitido de madres a hijas donde rostros y paisajes componen un ejercicio de realismo poético filmado con absoluta delicadeza.
Nació en Grozni (República de Chechenia) en 1992. Durante la Segunda Guerra de Chechenia en 1999, su familia huyó del país. Después de terminar su educación secundaria en 2010, se matriculó en la Universidad H.M. Berbekov, una institución pública de enseñanza superior de la República de Kabardino-Balkaria (Federación Rusa) donde realizó el taller de Dirección de Alexander Sokurov. Durante sus estudios dirigió varios cortos que participaron en festivales internacionales. Tras graduarse se mudó a Alemania, donde obtuvo un grado en Dirección por la Media School de Hamburgo. Allí dirigió los cortos ‘Angst’ (2017) y ‘I Can Stand’ (2018). En 2022 dirigió su primer largometraje, ‘The Cage is Looking for a Bird’, que se estrenó en la sección Encounters del Festival de Berlín este año.