Bleu Silico filma los experimentos de unos investigadores que inyectan ADN de algas fotosensibles para reparar la retina del ojo humano. Vistas de microscopio y simulaciones digitales conviven con imágenes del mar en una película hipnótica, un ejemplo de cine en estado puro que permite a las imágenes hablar —y brillar— por sí mismas.