Alpha Kings se introduce en el mundo del findom —dominación financiera— de la mano de un grupo de veinteañeros tejanos cuyo día a día pasa por colocarse e insultar a sumisos que pagan por verlos a través de Internet. Masculinidades exacerbadas, casi paródicas, que desvelan cómo la identidad y la sexualidad se pliegan, a golpe de clic, ante las leyes del mercado.