Pan Nalin, en nombre del Jurado Internacional, ha celebrado tres cosas buenas de Valladolid: «La comida, la amistad y el cine»
Fue en 1988 cuando cuarenta cineastas del Viejo Continente se aliaron para llevar a cabo los primeros Premios del Cine Europeo, germen de la actual Academia (EFA, por sus siglas en inglés), que, esta tarde, ha recibido la primera Espiga de Honor de la 68 Seminci por su defensa y promoción de la industria y el cine de autor. Ha sido la realizadora polaca Agnieszka Holland, presidenta de la institución y directora de Green Border, a competición en Sección Oficial, quien ha recibido el galardón —«muy bonito», como ha reconocido— de las manos de su homólogo español, Fernando Méndez-Leite.
«Es muy importante que, en estos días, el cine europeo trabaje conjuntamente», ha expuesto Holland, que ha compartido escenario con el director de la EFA, el productor neerlandés Matthijs Wouter Knol, así como con el irlandés Mike Downey, la rumana Ada Solomon, la británica Rebecca O’Brien y el español Antonio Saura, todos miembros del comité ejecutivo.
La EFA ha aprovechado su cita en Valladolid para celebrar su reunión anual en el marco de la Seminci, un compromiso adquirido por el anterior equipo directivo y que el actual, con José Luis Cienfuegos al frente, ha reforzado con la entrega de este galardón honorífico y un ciclo de siete películas nominadas a los Premios del Cine Europeo, que se celebrarán el próximo diciembre en Berlín.
Méndez-Leite, además, ha alabado el papel de la Seminci y de Valladolid en la organización de la Gala de los Goya, que tendrá lugar en febrero, y ha remarcado la importancia del festival —que visita regularmente desde 1968, según ha recordado— en el panorama cinematográfico español, unas palabras a las que también se ha sumado Antonio Saura, que ha tildado de «espectacular» la selección de películas de este año.
Las secciones de siempre y las nuevas
Con la música de Guadalupe Plata como bienvenida y despedida y la actriz Marta Nieto como maestra de ceremonias, la Gala Inaugural celebrada esta tarde-noche ha servido para repasar los contenidos de una semana de cine en una «ciudad de cine», desde las secciones de siempre a las que se incorporan al festival: Alquimias y Memoria y Utopía.
El recorrido ha comenzado por los diecisiete autores que compiten en Sección Oficial, nombres reconocidos, talentos emergentes «y mucho cine con sello de autor», seguidos por la comparecencia sobre el escenario del Teatro Calderón del Jurado Internacional, integrado por la directora española Meritxell Colell Aparicio, el productor británico Mike Goodridge, el director indio Pan Nalin; la directora de la revista Caimán Cuadernos de Cine y crítica española Jara Yáñez y el director, productor y docente Iván Granovsky.
El ganador de la Espiga de Oro de la 66 Seminci con La última película, Pan Nalin, en nombre del Jurado Internacional, ha celebrado tres cosas buenas de Valladolid, «la comida, la amistad y el cine» y el hecho de tener el «privilegio disfrutar de siete días de cine». «Necesitamos historias, necesitamos cuentacuentos, más que nunca», ha señalado tras lamentar las 32 guerras que sufre el mundo.
Marta Nieto ha llamado la atención de una oferta que va mucho más allá de la Sección Oficial. «Merece la pena detenerse en otras secciones, como Tiempo de Historia y Punto de Encuentro; sin olvidar las historias situadas en latitudes distantes bajo el sugerente nombre de Alquimias», ha subrayado antes de detenerse en «el ambicioso proyecto Memoria y Utopía», que ha sido presentado por los directores de las Filmotecas de Castilla y León y Cataluña.
Cine con historia
Maite Conesa, como anfitriona del encuentro de instituciones dedicadas a la preservación del legado fílmico, ha resaltado la «importancia de conservar el patrimonio y restaurar lo dañado». Su homólogo en Cataluña, Esteve Riambau, ha recordado la presencia en el festival de importantes filmotecas y festivales volcados en ese objetivo. Gracias a ellos, «hoy podemos ver películas de hace cien años», ha valorado.
Nuevos recordatorios para el País Invitado, India, con su ciclo de una veintena de películas; las Espigas de Honor a Charlotte Rampling, Nathalie Baye, Blanca Portillo y Kiti Mánver, además de la otorgada al enólogo Raúl Pérez y el Premio Especial a la Creación Artística y homenaje a la fotógrafa Cristina García Rodero, así como actividades destacadas y novedosas como el Mercado del Cine Independiente – MERCI Valladolid, además de los agradecimientos a patrocinadores y colaboradores sin los cuales no sería posible la Semana, han dado paso a los otros protagonistas del día.
El equipo de la película inaugural, La contadora de películas, con su directora, Lone Scherfig, al frente, ha presentado un trabajo que Antonio de la Torre ha calificado como una «experiencia maravillosa, un regalo» que demuestra que «lo local es universal». «Chile, España, Dinamarca, todos los sitios tienen historias de cine que vivir», ha concluido en su alusión a las nacionalidades del equipo.
Momentos antes de la apertura oficial de la edición, por la alfombra verde han desfilado los primeros invitados que acuden con las películas que van a verse durante una semana, recibidos por el director de festival, José Luis Cienfuegos, y el alcalde de Valladolid y presidente del Consejo Rector de la Seminci, Jesús Julio Carnero.