El laureado leonés se ha hecho merecedor del reconocimiento por su «por su valiosa contribución al mundo del vino, de la gastronomía, y por su apoyo a la promoción cultural de Castilla y León»
La sala Fundos ha acogido la presentación de A fuego lento, filme dentro de la categoría Cine Gourmet, que vincula la gastronomía al cine. Presentada por Roberto Lozano, esta fiesta de inauguración de Cine Gourmet de la 68 Seminci ha servido como pretexto para otorgar una de las Espigas de Honor de la edición. El homenajeado ha sido Raúl Pérez, enólogo «cuyo legado ha influido de manera determinante en la historia del vino español», en palabras de Lozano.
«Raúl Pérez es un orgullo para el mundo del vino, dentro y fuera de España», ha continuado Lozano, quien ha dado algunos apuntes biográficos sobre el galardonado. «Nacido en Valtuille de Abajo, León, ha sido elegido dos veces como mejor enólogo del mundo, y su máxima es elaborar vinos siempre desde el respeto a la naturaleza. Nadie como Raúl sabe transmitir el valor del terruño, la metamorfosis del viñedo, el poder de la naturaleza», ha asegurado Lozano.
A la gala también se ha sumado el vicepresidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Víctor Alonso Monge, quien ha querido remarcar la importancia del evento en la Semana Internacional del Cine de Valladolid. «De internacional tiene muchas cosas la provincia de Valladolid, entre ellas el vino.
Estar aquí en este Cine Gourmet es una ocasión ideal para poner en valor lo mucho que tenemos respecto a la cultura y el vino, y que también trasladamos fuera», ha destacado Alonso Monge, agradeciendo a Raúl por colaborar en «salir por todo el mundo y ser reconocido por su buen trabajo». «Desde la Diputación de Valladolid estamos encantados de estar aquí para hacer la entrega. Es un momento fantástico para seguir promocionando todo lo bueno que tiene la provincia», ha afirmado.
Antes de la entrega de la Espiga de Honor, los compañeros de profesión de Raúl Pérez han ocupado la pantalla de la sala para homenajearle a través de un vídeo. «Enhorabuena por este premio y por todo lo que te han dado y te darán en esta vida. No solo por hacer buen vino, sino por el gran corazón que tienes. Eres una gran persona y nos sentimos orgullosos de todo el tiempo que pasamos contigo. Por esa generosidad y por convertir el vino en un mundo agradable, placentero y de compañía», han sido algunas de las palabras que sus amigos han querido transmitirle, dando gracias también a los patrocinadores de la Espiga de Honor: Ribera del Duero y Tierra de Sabor.
Tras las intervenciones ha llegado el esperado momento: la entrega de la Espiga de Honor a Raúl Pérez, «por su valiosa contribución al mundo del vino, de la gastronomía, y por su apoyo a la promoción cultural de Castilla y León», en palabras de Lozano. El premiado, visiblemente emocionado, ha subido al escenario para recibir el premio, en manos de Víctor Alonso Monge, entre numerosos aplausos.
«Muchísimas gracias por esto. Creo que ha sido un año que me lo he pasado llorando. Ha sido un año muy complicado, con muchos altibajos, un momento complicado en la economía. Todo lo que pasa en el mundo, las guerras… machacan la economía y el mundo del vino», ha lamentado Raúl, quien ha asegurado que recibir un premio siempre es increíble. «Somos gente que pasamos ciento cincuenta, doscientos días fuera de nuestra nación, y que en nuestra comunidad y en nuestro país se nos reconozca para mí es un gran orgullo», ha admitido.
«Esto ni en los mejores sueños te pasa. He tenido un montón de reconocimientos, y conseguir la tercera estrella Michelin… creí que era ya el último respiro, que mi vino ya no se entendía. Y ahora conseguir terminar este año de incertidumbre con este reconocimiento y todas estas palabras que me encogen el corazón… Al final lo más grande que hay en el mundo es que tus compañeros reconozcan tu labor», ha asegurado Raúl, dando finalmente las gracias «a Seminci y a todo el equipo que lo ha hecho posible». «Es un premio para ellos», ha concluido.
La presentación ha finalizado con la proyección de A fuego lento, un largometraje dirigido por Trần Anh Hùng que, tras una sucesión de exquisiteces al comienzo de la película, desarrolla una pasión entre fogones, platos y copas de vino que va más allá de la cocina. Una sabrosa propuesta sensorial que le valió el Premio a la Mejor Dirección del Festival de Cannes.