El trabajo de Marthe Peters, cineasta holandesa residente en Bélgica, parte del uso del archivo cinematográfico y la temática de la intimidad para retratar su realidad cotidiana de forma abstracta y fragmentada. Su práctica se caracteriza por jugar con material intuitivo para cuestionar la representación estereotipada del cuerpo. Sus películas se centran en lo banal como algo importante y digno, en busca de consuelo y cuidado mutuo. Baldilocks, su primer cortometraje, participó en el Festival de Berlín.