El Encuentro de Mujeres, que ha tenido lugar en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid ha contado con mujeres jóvenes para hablar de su papel en producción. Como han coincidido las participantes en la mesa técnica ‘El futuro de la producción independiente: retos para el relevo’, coorganizada con ECAM Industria, cuantas más mujeres se incorporen a esta función, más cambiará el imaginario colectivo, porque las productoras no solo buscan financiación, también talento e impulsan los proyectos. «Hay que entender la figura de la producción desde un punto de vista 360», advirtió Marisa Fernández Armenteros, quien desde su productora Buena Pinta Media ha producido películas como Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa y Un amor, de Isabel Coixet.
«Los productores independientes sacan adelante al talento joven», convino Sara de la Fuente, fundadora de Mammut Films. Para la joven productora, que ha apoyado proyectos premiados en festivales como Por donde pasa el silencio, de Sandra Romero, «los productores son catalizadores de temas que se hablan en cine y encuentro que los de nuestra generación no están representados».
En este sentido, otra representante del relevo generacional en la producción española es Silvia Fuentes, productora de O corno, de Jaione Camborda, Concha de Oro a mejor película en el Festival de San Sebastián. La promotora de la productora gallega Sétima lamentó la centralidad de la industria audiovisual y ha abogado por las asociaciones de productores como el espacio común desde el que compartir puntos de vista para entender el pasado, el presente y el futuro del sector.
También puso sobre la mesa su experiencia en las incubadoras de proyectos como foro para poner en contacto a creadores con industria. Una plataforma que ha alabado asimismo Marisa Fernández Armenteros como escaparate para la presentación de nuevos guiones. «No somos inaccesibles. Necesitamos encontrar películas», anunció. Aunque reconoció la falta de diversidad de los trabajados presentados a la industria y su deseo de ver representadas entre la selección a más comedias. «No quiero producir Cinco lobitos 2 o encontrar una Alice Rohrwacher. Buscad vuestro propio enfoque», advirtió a los jóvenes guionistas y directores.
Recordó también que el modelo de financiación pública limita el número de proyectos al año que cada productor puede presentar. «La realidad ahora es que la taquilla es una lotería y el margen de error es nulo en las producciones independientes. El cine rivaliza con otras formas de ocio y ahora el cine se ve en distintas ventanas; eso ha hecho que haya que recolocar piezas», y lanzó un mensaje: «Si las compañías grandes quieren coproducir con pequeñas, que lo hagan de verdad no solo aportando dinero y apareciendo en la alfombra roja».
«El excel se ha complicado», añadió María Luisa Gutiérrez, fundadora de Bowfinger International Pictures y CEO de Amiguetes Enterprise, la productora detrás de éxitos de taquilla como Padre no hay más que uno, de Santiago Segura, en referencia al equilibrio presupuestario de una producción. «Han subido los costes por la guerra de Ucrania y los nuevos convenios laborales. También cuestan más los derechos, y es más complicado para las plataformas», lamentó, así como levantó la voz a favor de recuperar el apoyo institucional para los productores independientes, que fueron una referencia en el cine español. «Entonces se les apoyaba; ahora parece que solo se hace a las plataformas que crean muchos puestos de trabajo y también hay muchos puestos que dependen del talento independiente. Para que un creador trabaje después para una plataforma, un independiente debe haber apostado antes por él. Y somos nosotros los que perdemos la casa si el proyecto fracasa económicamente».
Aun así, Mª Luisa Gutiérrez defendió su decisión de montar su propia productora: «Si trabajas para otro, pasas a ser un camarero que hace lo que le pide la audiencia. En cambio, los independientes podemos hacer lo que queramos, ser diferentes y aportar diversidad al cine español. Yo prefiero tener mi pequeño bar».