‘Misericordia’, de Alain Guiraudie, un thriller rural irreverente y con humor negro

El director francés Alain Guiraudie ha presentado hoy dentro de la Sección Oficial de la 69ª Seminci Misericordia, un thriller rural que habla sobre la familia, el pasado y la moral establecida con una gran dosis de humor negro e irreverencia anticlerical, vinculado geográficamente con trabajos anteriores del director como El desconocido del lago (2013) o El rey de la evasión (2009).

Misericordia adapta una parte de la novela Rabalaïre, publicada por el propio Guiraudie en 2021, una relación que para el director no es nueva. Ha reconocido que el trabajo de escritura de sus películas parte a veces de la literatura y viceversa, pero que el resultado difiere: «Cuando escribo una novela, incluyo muchas digresiones, un narrador que siempre está haciéndose preguntas, cuestionando lo que está haciendo, dudando enormemente, etc. En cambio, el trabajo en una película es más de ir quitando cosas y ser conciso, porque no tienes ese espacio para las dudas del narrador y su pensamiento. Son procesos realmente contrarios».

El deseo y cómo este remueve a los personajes y desencadena los conflictos, como si algo invisible circulase entre todos los habitantes del pueblo, es uno de los temas que se abordan en la película. «Filmé a cada protagonista como si otro personaje lo estuviera mirando, por eso también hay muchos primeros planos. Si la cámara desea al mismo tiempo que el personaje, tienes que filmar como si mirases a alguien que deseas, pero también como si mirases a alguien a quien también temes. Tengo la impresión de que en las relaciones humanas siempre hay un poco de ambos, una tensión entre el deseo y el miedo».

La representación del deseo fluye por buena parte de su filmografía: «El misterio es el gran motor de una película y el deseo es el gran misterio de la vida. Estructuro mis películas en torno a eso porque me parece que da impulso. Busco en mis películas lo que a mi me retiene y pienso que provocará el mismo efecto en el espectador».

Ahondando en el tema, respecto a la representación sexo en el cine y los problemas para filmarlo, Guiraudie cree que el sexo suele verse en escenas muy apresuradas, que le causan la impresión de que los actores están abandonados a su suerte. «Para mí es muy importante la representación correcta del sexo en una película, con un montaje en el tiempo lineal, sin elipsis y dejando fuera de campo los órganos sexuales. Es esencial mantener la duración y el valor de plano amplio, viendo a los actores como un todo y evitando este abuso de los primeros planos».

Al contrario que otros directores, que escriben un guion con un intérprete en mente, Guiraudie marca un arco de edad y apariencia a su director de casting y, una vez elegido al actor, construye el personaje a partir de la elección. En Misericordia, trabajó durante la escritura del guion con el actor Félix Kysyl la ambigüedad del personaje y su capacidad para mostrar diferentes sentimientos. Respecto a su trabajo con Catherine Frot (Madame Marguerite, La cena de los idiotas), actriz de una gran trayectoria en Francia, ha reconocido que, al principio, le preocupaba que poseyera tanto el personaje que dejara de ser de él, pero finalmente entendieron cómo trabajar.