La actriz Marisa Paredes (Madrid, 1946) debutó en el cine con 14 años. Desde entonces, ha intervenido en casi una veintena de obras teatrales, una docena de series de televisión y 75 películas, bajo las órdenes de cineastas como Jaime Chávarri, Gonzalo Suárez, Fernando Trueba, José Luis Borau, Enrique Urbizu, Antonio Isasi-Isasmendi, Agustí Villaronga o Pedro Almodóvar.
Precisamente, el realizador manchego, con el que ya había trabajado en Entre tinieblas (1986), la eligió como protagonista de Tacones lejanos (1991), película con la que despegó su carrera internacional, interviniendo en producciones de Italia, Francia o México como Profundo carmesí (1996) y El coronel no tiene quien le escriba (1999), de Arturo Ripstein; La vida es bella (1997), de Roberto Benigni, o El espinazo del diablo (2001), de Guillermo del Toro, además de nuevas colaboraciones con Almodóvar: La flor de mi secreto (1995), Todo sobre mi madre (1999) o La piel que habito (2011).
Marisa Paredes, elegida presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, cargo que ocupó entre 2000 y 2003, ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, además de premios cinematográficos en festivales internacionales como Karlovy Vary, Taormina, Gramado, Gijón o Málaga.