Además de un escritor imprescindible, el vallisoletano Miguel Delibes fue un gran cinéfilo y su obra fue llevada a la gran pantalla por directores como Mario Camus (Los santos inocentes) o Antonio Giménez Rico (El disputado voto del señor Cayo, Las ratas). El novelista fue espectador y protagonista del festival, que mostró en su día varias adapta- ciones de sus novelas, otorgó la Espiga de Plata a El disputado voto… le dedicó un ciclo en 1993, un homenaje en forma de mesa redonda el año de su muerte (2010) y una proyección especial en la pasada edición del documental sobre su figura: La X de Max, de Gemma Soriano y Manel Arranz.
La Seminci no podía permanecer al margen de la conmemoración del centenario del autor de El hereje. En esta ocasión, bajo el lema de «El cine que Delibes amó», se pro- graman hoy y mañana sesiones especiales con dos de sus películas favoritas: Mi tío, de Jacques Tati, y Un tranvía llamado deseo, de Elia Kazan.
El festival recuerda también hoy a Francisco Umbral, otro autor vinculado a la tierra y al propio Delibes, quien fue su mentor en su carrera periodística y literaria. Será en la gala del cine de Castilla y León, donde se proyectará la semblanza que sobre él han realizado Charlie Arnaiz, y Alberto Ortega: Anatomía de un dandy. En el mismo acto se entregará la primera de las Espigas de Honor de la edición, en reconocimiento a la actriz salmantina Charo López, toda una vida dedicada a la interpretación que ha fructificado en papeles míticos de la historia del cine español.