A Blanca Portillo te la crees. Ya sea en la piel de un príncipe de Di- namarca o en la de una vecina de un remoto pueblo manchego, im- prime tanta autenticidad a sus personajes que, cuando se zambulle en ellos, esa actriz que iba para azafata de congresos desaparece y solo quedan en la superficie sus personajes.
Goya por ‘Maixabel’ (Iciar Bollain, 2021). Mejor interpretación femenina en San Sebastián por ‘Siete mesas de billar francés’ (Gracia Querejeta, 2007) y en Cannes para todo el reparto feme- nino de ‘Volver’ (Pedro Almodóvar, 2006). Cinco Premios Max.
Premio Corral de Comedias a toda su trayectoria en el Festival de Almagro. Y, ahora, Espiga de Honor de la Seminci, un festival que otorga su máximo reconocimiento a una intérprete que, texto tras texto, obra tras obra, se ha consagrado como un re- ferente de la escena española que ha repartido su talento entre las tablas y los platós.
Mucho tiempo ha pasado desde que, de vacaciones con su familia en la costa levantina, cuando apenas había aprendido a andar, los vecinos la apodaran como ‘la vedete de Torrevieja’ por su ten- dencia a la payasada infantil. Pero no sería hasta los 17 cuando debutase en un grupo de aficionados y descubriera que aquello de «contar historias y estar cerca de la gente» era a lo que quería dedicar su vida.
Años después, la RESAD y las primeras funciones. La primera crítica, a mediados de los ochenta, en ‘Diario 16’. Las incursiones anecdóticas en la pequeña pantalla. Los papeles secundarios en cine. Y llega el final del milenio, y con él, los roles protagonistas, las primeras nominaciones, los primeros premios. La fama televisiva, un poco después. La consagración internacional de la mano de Pedro Almodóvar, quien, tras clavar su primer papel de reparto en ‘Volver’, la convertiría en coprotagonista de ‘Los abrazos rotos’. Su consolidación como referente del teatro español en obras de Juan Mayorga y Tomaž Pandur. Su antológica interpretación en ‘La vida es sueño’, dirigida por Helena Pimenta. Su Maixabel. Y, ahora, su Santa Teresa, de la mano de Paula Ortiz, cuyo estreno internacional tendrá lugar este año en nuestro festival.