Licenciado en Derecho, Jaime Chávarri (Madrid, 1943) estudió dos cursos en la Escuela Oficial de Cinematografía. Empezó su carrera rodando largometrajes en súper 8. Fue ayudante de dirección en algunas producciones y trabajó para televisión. Aunque su primer largometraje fue Run, Blancanieves, Run (1967), su primera obra comercial fue una obra difícil y de amplio contenido autobiográfico: Los viajes escolares (1973). Esta película sería continuada de algún modo en 1985 con El río de oro. Fue también director artístico de Víctor Erice en El espíritu de la colmena y de Carlos Saura en Ana y los lobos.
De su colaboración con el productor Elías Querejeta destaca un documental rompedor y cáustico sobre la familia del poeta Leopoldo Panero, El desencanto (1976); una reflexión acerca de la decadencia y el paso del tiempo; A un dios desconocido, una excelente y desconcertante película, y Dedicatoria, en la que el protagonista encarna a un periodista que ha de entrevistar a un preso.
Tras esta etapa de colaboración con Querejeta, llevó a cabo adaptaciones de obras literarias de Llorenç Villalonga (Bearn o La sala de las muñecas), Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano) y Pablo Sorozábal (Tierno verano de lujurias y azoteas). Estas películas fueron producidas por Alfredo Matas.
Chávarri rodó también dos musicales protagonizados por Ángela Molina —con quien ha trabajado hasta en cinco ocasiones— y Manuel Bandera, Las cosas del querer (1989), y su secuela, Las cosas del querer 2ª parte (1995).
Tras una etapa en la que sus películas tuvieron menor repercusión comercial, con la excepción de Besos para todos (2000), rodó en 2005 una película sobre la vida del cantaor flamenco Camarón de la Isla, Camarón. En 2022 regresa a la dirección de largometrajes con La manzana de oro, adaptación de la novela "Ávidas pretensiones", de Fernando Aramburu, estrenada en la Sección Oficial de la 67 Seminci.
Igualmente, ha desarrollado una carrera como director teatral, que incluye montajes como Tres mujeres altas (1995), de Edward Albee; La prueba (2001), de David Auburn, o Salomé (2016), de Oscar Wilde.