Guionista de algunos de los títulos clave del Nuevo Hollywood, como Taxi Driver o Toro salvaje, Paul Schrader cuenta también con una sólida carrera como realizador en la que ha dejado constancia de su carácter.
Guionista y director, y antes de eso, crítico y ensayista, Paul Schrader recibe en la 58ª edición de la Seminci una Espiga de Honor por una trayectoria de cuatro décadas en las que ha escrito algunas de las más brillantes páginas del cine norteamericano.
El guion de The Yakuza, que llevó a la pantalla Sidney Pollack en 1975, fue su primer trabajo de relevancia en el cine, centrado durante esos años en la escritura de libretos para otros realizadores. El de Martin Scorsese es uno de los nombres que con más facilidad asoman cuando se recuerda la carrera de Schrader. Suyos son los guiones de Taxi Driver o Toro salvaje (Raging Bull).
Con Blue Collar, Espiga de Plata en la 23ª Seminci, inició una etapa, ahora como director, que prosiguió con Hardcore, American Gigolo o Mishima y que ha mantenido hasta su último trabajo, de este mismo año, The Canyons.
Autor temperamental y explorador de las miserias humanas, Schrader recibió la Espiga de Honor en una edición que mostró una panorámica de su faceta como director, en la que la religión -reflejo de su educación calvinista-, las relaciones familiares o las vidas marginales asoman con frecuencia.