Marina Alberti, nieta del mítico poeta Rafael Alberti y de la escritora María Teresa León, filma en Aitana un homenaje a su madre, cuyo nombre da título al cortometraje, y a una memoria fragmentada sobre la que se cierne la amenaza del olvido. Encerrada en una habitación en La Habana de la que hace años que no sale, Aitana Alberti habla sobre su vida e hila recuerdos confusos, retales de una vida que la directora yuxtapone a imágenes de la Transición en un viaje por los fantasmas de una familia que deviene alegoría de todo un país.