Aplaudida Palma de Oro en Cannes, Anatomía de una caída es, ante todo, un rompecabezas. Un hombre ha muerto tras desplomarse desde una ventana de la casa familiar. Si se trata de un suicidio o un asesinato, se desconoce, puesto que el único testigo presente, el hijo de ese matrimonio, es ciego. Justine Triet reformula la mítica Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959) desde la perspectiva de una mujer —soberbia e hipnótica Sandra Hüller— a través de cuyos testimonios, narrados en el juicio, se revelan las fisuras de ese, en apariencia, afortunado matrimonio. Película de diálogos precisos, donde cada palabra del guion está colocada con la pericia de un orfebre, este artefacto tan inteligente como perverso avanza sin respiro y mantiene en vilo al espectador a lo largo de dos horas y media que terminan por hacerse muy cortas.
Nació en 1978 en Fécamp (Francia) y se licenció en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Sus primeras películas (‘Sur Place’, 2007; ‘Solférino’, 2008; ‘Des Ombres dans la Maison’, 2009) cuestionan el lugar del individuo dentro del grupo. Su primer cortometraje de ficción, ‘Vilaine Fille, Mauvais Garçon’ (2012), ganó el Prix UIP en la Berlinale y fue nominado a los Premios del Cine Europeo. Su debut en el largometraje, ‘La batalla de Solferino’ (2012), fue seleccionado para el programa ACID de Cannes y nominado a los César como mejor ópera prima. Con ‘Los casos de Victoria’ (2016) inauguró la Semana de la Crítica de Cannes y fue nominada a cinco César, incluidos los de mejor película y mejor actriz. ‘El reflejo de Sybil’ (2019) fue su primera participación en la competición de Cannes, donde repitió en 2023 con ‘Anatomía de una caída’, que se alzó con la Palma de Oro.