La figura de Fernando Ruiz Vergara es tan enigmática como rebelde. Director de una sola obra, su documental Rocío (1980), que fue censurado en los inicios de la democracia por desmontar las relaciones entre el poder religioso, político y económico en Andalucía y que continúa prohibido aún hoy en España. A él y a los bocetos que dejó tras su muerte se han aproximado Alejandro Alvarado y Concha Barquero, autores del premiado documental Pepe el andaluz (2012) sobre la diáspora y el olvido en la Guerra Civil. Anclado en esta arqueología de ideas inacabadas se construye una película de fragmentos, de conexiones entre el pasado enterrado y el presente. Este homenaje a una forma de trabajo político sobre la historia de los olvidados es una suerte de reivindicación de los proyectos soñados por Fernando Ruiz Vergara, que toman forma hoy como acto de resistencia.
Concha Barquero y Alejandro Alvarado (Málaga, 1975) son cineastas e investigadores. Desde principios de la década de los 2000 forman un tándem creativo que opera desde Andalucía. A lo largo de su trayectoria han explorado las posibilidades de distintos medios, como la televisión cultural o el documental de creación, en el que se han especializado. Sus películas se cuestionan sobre temas como la ausencia, la memoria, la historia, la política. El uso del material de archivo, propio y ajeno, es uno de sus principales campos de experimentación. Entre sus películas destacan Pepe el andaluz (2012) y Descartes (2021).