No hay héroes ni villanos en las historias de la veterana escritora y cineasta Sai Parānjpye. Con Disha, su mejor obra —tardó 17 años en completar el guion, hasta encajarlo pieza por pieza—, se llevó dos premios en Cannes, el del jurado y el del público. Su tema de fondo es el éxodo rural y la difícil situación de los migrantes indios que se ven obligados a abandonar sus pueblos y familias para ir a trabajar a las grandes ciudades. Concebida como un drama musical, en la película se entrelazan la vida en Bakuri, una aldea sin expectativas, y la dura subsistencia en las fábricas textiles de Bombay, donde dos buenos amigos, Soma y el recién casado Vasant, encuentran empleo y comparten habitación con 40 hombres. Ambos sueñan con regresar a Bakuri, junto a los suyos, pero los acontecimientos les harán tomar caminos distintos.