Una mujer conduce por la autopista. En una distracción atropella algo. Los días que siguen a este incidente, ella no reconoce los sentimientos que la unen a las cosas y a las personas. Solo se deja llevar por la vida social. Un día le dice a su marido que ha matado a alguien en la carretera. El marido la acompaña al lugar pero allí solo hay un perro muerto. Amigos de la pareja con contactos en la policía confirman que no hay constancia de accidente alguno. Todo vuelve a la calma y el mal momento parece superado, hasta que la noticia de un cadáver preocupa nuevamente a todos.