Vargas, un hombre de cincuenta y cuatro años, sale de una cárcel en la provincia de Corrientes donde ha cumplido condena. Lo único que quiere es llegar hasta donde está su hija, que vive en un lugar perdido rodeado de agua. Para llegar hasta ella deberá recorrer grandes distancias en una pequeña embarcación siguiendo los ríos que cruzan la selva.