‘Pacific Vein’ nos conduce a través de una panorámica pictórica del Oeste de los Estados Unidos. Julian Assange aparece entre falsos edificios de la Roma imperial como un vendedor de refrescos y reflexiona sobre la digitalización de nuestro mundo. A su alrededor, hippies, artistas y personas sin hogar buscan un significado mientras sus mensajes son captados por cámaras de vigilancia. Los medios de comunicación y las escenas de ficción se fusionan hipnóticamente con el metraje documental. El imperio es diligente (adaptación, auto-optimización) y nervioso (militarismo, armamento), y el sueño americano degenera en una autosugestión fantasmal. ¿Dónde está el enemigo y quién es dueño de los derechos de imagen?