Shirin, una joven granjera turca, huye de un matrimonio concertado en su país y viaja a Colonia en busca de Mahmud, el hombre al que considera su prometido desde que era una niña. Poco a poco, se adapta a un mundo que le resulta completamente extraño, aprende el idioma y se acostumbra al duro trabajo en una fábrica. Cuando la despiden, se queda en la calle sin permiso de residencia y sin dinero, y se ve obligada a trabajar como prostituta en una residencia para hombres turcos, bajo el control de un proxeneta alemán.