La historia de un hombre que solo puede ver el pasado. Un niño que nació ciego, de repente a los siete años ve una luz. Un examen médico revela que sus ojos son tan densos que la luz tarda siete años en llegar a la retina y, por tanto, ese es el tiempo que su conciencia tarda en percibir cualquier imagen. La consecuencia de este defecto ocular se traduce en la inmadurez mental del hombre, en su incapacidad de comprender el presente y en sus reflexiones muy tardías sobre acontecimientos pasados.