«Esta construcción se levanta con dos objetivos: Recordar a las víctimas de la represión franquista. Hacernos eco, con dolor, de su agonía, de su soledad al morir. Acordarnos de ellas y estar ahora, de alguna forma a su lado. Y dar testimonio de la injusticia y la barbarie que se desencadenó. Porque el odio por pensar distinto, la intolerancia y las idolatrías no han desaparecido. Porque es necesario cada día recordar que nada parecido puede volver a suceder».