Historias salvajes, relatos extraordinarios. Cine argentino 2000-2020

A finales del siglo XX sedimentó en Argentina una generación de cineastas que alguien identificó como NCA (Nuevo Cine Argentino), un movimiento multiforme, desorganizado y caótico, pero ferviente de ideas nuevas que nunca asumió su condición de grupo. Los motivos oscilan entre una serie de factores económicos (un país sumido en una sempiterna crisis y un Gobierno que inesperadamente promulgó una Ley del Cine que apoyaba la producción de óperas primas), educativos (Buenos Aires es la ciudad latinoamericana con más escuelas de cine públicas y privadas por metro cuadrado) y culturales (la calidad polémica de sus cinéfilos, revistas y críticos de cine).
La selección de este ciclo de Seminci pone en diálogo películas argentinas de los primeros veinte años del siglo, tanto de la industria como de la escena independiente, ya que las producciones más aparatosas se contagiaron del vigor del NCA. Así conviven films de Lucrecia Martel, Juan José Campanella, Mariano Llinás, José Celestino Campusano, Israel Adrián Caetano, Martín Rejtman o Eloísa Solaas. Se trata de revelar la cinematografía más rica en registros, tono y colorido de cualquier país castellanohablante; por la calidad de sus intérpretes (tan vinculada a la intensa escena teatral de Buenos Aires), por la formación cultural de sus cineastas, por el carácter que aportan los directores de sus provincias (cada federación, un país) y por la aparente facilidad con la que sustituyen la falta de recursos por decisiones estéticas sin precedentes.